Buscando apoyo
Una pregunta que suelen hacernos a los familiares de militares que se van meses fuera de casa es cómo lo hacemos. Es una pregunta muy general pero que encierra mucho en ella, y es que nosotros mismos nos preguntamos eso muchas veces. Después de 4 misiones, como experiencia puedo deciros que no siempre es igual. Vas aprendiendo. Y hay que tener en cuenta que no todas las veces afrontamos la separación de la misma forma, porque somos humanos y una misión puede llegar en un momento en el que nos encontremos peor. De hecho, podemos llegar a sufrir dolores físicos como consecuencia de lo que estamos viviendo. Recuerdo, por ejemplo, que en la primera misión (Afganistán 2008) estuve unos días con dolor de estómago. Era la primera vez que se iba y, además, no iba precisamente a repartir comida. No sabía qué iba a pasar y las posibilidades de hablar con él eran escasas. Mi cuerpo reaccionó así hasta que poco a poco me fui acostumbrando (dentro de lo que cabe). Después, en cuestión de 6 años, l